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lunes, 4 de agosto de 2025

Sierva de Dios María de san José Salazar Torres

Tras las reanudaciones de los proceso de canonización de la Beata Ana de Jesús, del siervo de Dios Jerónimo de la Madre de Dios Gracián Dantisco, hija espiritual de la santa Madre Doctora de la Iglesia de Ávila, se están promoviendo causa olvidadas que aún permanece entre el pueblo la fama de santidad y entre sus hijas, se une a una lista de hijas espirituales coetáneas de la santa, Las ya beatificadas Ana de Jesús, Ana de San Bartolomé, María de Jesús López Rivas, y las que están en proceso la Venerable Ana de san Agustín, las siervas de Dios Catalina de Cristo Balmaseda o Isabel de santo Domingo.

Son las carmelitas descalzas de Sevilla junto a las monjas de Malagón (Ciudad Real), Toledo y Cuerva (Toledo), las que están promoviendo su causa junto a los padres carmelitas descalzos de la Curia General en Roma y la provincial de Castilla y Andalucía. 

Ella fue la que llevó la reforma carmelita a la tierra portuguesa de San Nuno Alvares Pereira, el primero militar y fraile carmelita, a Lisboa donde fundó y que repercutió en el Carmelo descalzo en Brasil.

María de Salazar Torres, nombre conventual María de San José (Toledo, 1548 - Cuerva, 19 de octubre de 1603) fue una carmelita descalzamísticaescritora e hija predilecta de Santa Teresa de Jesús.

Biografía

Sus padres se llamaron según el libro conventual de Sevilla de 1583, Sebastián de Salazar y María de Torres, oriundos de Molina de Aragón, (Guadalajara), y según otro documento de 1581 de Malagón, (Ciudad Real), se llamaban Pedro de Velasco y María de Salazar, oriundos de Toledo. Lo curioso es que ambos documentos los escribió el P. Jerónimo Gracián. También la han confundido con María de San José (de Ávila), hermana de Julián de Ávila, pero que no salió de Ávila; y otros con María de San José (Gracián) hermana del P. Jerónimo Gracián, profesa de Valladolid.

De esas dos relaciones se desprende, que María de San José estando en Sevilla en 1583, fue ella misma la que dio esa declaración, y lo que se escribió en el libro de fundaciones de Malagón se hizo sin estar ella.

De su infancia hay pocas noticias, de adolescente estuvo en la casa-palacio de Luisa de la Cerda en Toledo, hija del II Duque de Medinaceli, y allí tuvo una educación esmerada, llegando a dominar varios idiomas.[1]​ Santa Teresa, estando a la espera de la licencia para la primera fundación del Convento de San José (Ávila), fue enviada por el provincial de Castilla a Toledo para consolar a Luisa por la muerte prematura de su marido Ares Pardomariscal de Castilla. Desde el primer momento que vio Santa Teresa a María, siendo adolescente, se dio cuenta de sus dotes e inteligencia. Años más tarde, en 1568 cuando Santa Teresa volvió de nuevo a Toledo y la vio hecha una mujer, sin darse aun la motivación de María, ésta la recriminó por ir vestida con galas. Pero dos años más tarde María le notificó sus intenciones de ingresar en el Carmelo.[2]

Noviciado y Profesión

Malagón

Contaba 22 años, cuando tomó el hábito de carmelita descalza en Malagón(Ciudad Real) el 9 de mayo de 1570, con el nombre de María de San José, entró al convento sin dote, pero eso no fue problema porque Malagón pertenecía a los feudos de su antigua señora, Luisa de la Cerda. El 10 de junio de 1571 hizo profesión como religiosa de carmelita descalza.

Beas

Casi cuatro años más tarde, a primeros de febrero de 1575, la Madre Fundadora, la tomó del convento para llevarla a la fundación de Beas (Jaén); Santa Teresa, en referencia a su gran formación humanística, la llamaba la «letrera»; desde allí y aquel mismo año la llevó a la del convento de Sevilla, del que la nombró priora. Sor María de San José, que tuvo también gran amistad con el visitador de Andalucía, padre Jerónimo Gracián, por quien tomó partido en los pleitos en que este se vio envuelto, fundaría en 1584 el convento de Descalzas de Lisboa.[3]

La caravana de las descalzas llegó a Beas el 16 de febrero, y el 24 del mismo mes, fiesta de San Matías, se inauguró la nueva fundación, con Ana de Jesús como priora. María de San José había sido escogida para priora del futuro convento de Caravaca, tuvo que esperar en Beas tres meses más, mientras llegaban las licencias, (no llegaron hasta finales de 1575). La llegada del P. Gracián a mediados de abril de 1575 cambiaron por completo los planes. Gracián era entonces visitador en Andalucía, y enterándose de que la santa había fundado en Andalucía y no en Castilla, como ella pensaba, la mandó a fundar en Sevilla.

La presencia de Gracián en Beas fue transcendental para la reforma, no lo conocía a la M. Teresa, solo de la correspondencia intercambiada, fue el primer encuentro personal, y lo marcó de una forma muy especial en la santa el resto de su vida, también fue básico para la historia de la reforma carmelitana a raíz de los problemas surgidos en Andalucía con los Calzados. El P. Gracián iba a la corte a Madrid a entrevistarse con Felipe II, y al enterarse de que la Madre estaba en Beas, desvió su camino. María de San José vivió con emoción aquellos días del mes de abril y dejó una relación muy interesante en su libro: Las Recreaciones. Mantuvo desde entonces una estrecha relación y amistad dilatada y recíproca con Gracián, siendo su superior, confesor y mentor.[4][5]

También en Beas María de San José fue testigo de primera mano como le llegó a la santa, unos días antes de partir para Sevilla, una denuncia de la santa Inquisición por el Libro de su vida. Denuncia puesta por la princesa de Éboli, en venganza de sacar a las monjas de Pastrana y clausurar allí el convento. María de San José conoció en Toledo a Ana de Mendoza, princesa de Éboli, e incluso había tratado con ella y conocía sus extravagancias, pues era parienta de los duques de Medinaceli y por tanto de Luisa de la Cerda.[6]

Sevilla
Copia de retrato de María de San José, primera priora de Sevilla

El 18 de mayo de 1575 la Madre Fundadora, sus monjas y los sacerdotes salieron de Beas con dirección a Sevilla. El 26 de mayo llegaron a Sevilla y el 29, fiesta de la Santísima Trinidad, se dijo la primera misa, inaugurando así la fundación andaluza, que fue para María de San José el primer convento donde ejerció su primacía como priora.

En agosto llegó de América Lorenzo de Cepeda y sus hijos, al entrar en Sevilla se enteró de la estancia allí de su hermana, y la ayudó con su dinero e influencia a la nueva fundación, y su hija Teresita fue admitida por su tía en la comunidad tras la insistencia de la priora María de San José. En diciembre de ese año una novicia, María del Corro, presentó acusaciones contra las monjas ante la Inquisición. Tras los exámenes e investigaciones oportunas por parte del santo tribunal, la comunidad quedó absuelta de toda acusación.[7]

El 5 de abril se hacen las escrituras para el nuevo convento sevillano, y el 3 de junio se llevó a cabo la solemne traslación de la comunidad. Un cohete provocó un incendio al lado del nuevo convento a punto de convertir en llamas la casa apenas inaugurada. Al día siguiente salió de Sevilla hacia Castilla santa Teresa, acompañada de su familia. No se verían más la santa y María de San José, pero siguieron manteniendo correspondencia frecuente. Antes de partir la santa, había pedido la priora que fray Juan de la Miseria hiciera un retrato de ella.

Lisboa

Posteriormente, ya fallecida Santa Teresa, fue la fundadora y primera priora del convento de carmelitas descalzas de Lisboa en 1585. A partir de ese año, con la elección del P. Nicolás Doria como provincial en sustitución del P. Jerónimo Gracián gran amigo de ella, empieza una época de persecución a los herederos espirituales de Santa Teresa. El P. Jerónimo Gracián es expulsado de la orden y San Juan de la Cruz es apartado del gobierno y desterrado al convento de Úbeda. Mientras María de San José, junto a otras prioras, consigue un Breve del papa Sixto V para mantener inalterada la herencia teresiana, es decir, mantener sus Constituciones aprobadas en 1581 en vida de Santa Teresa que el P. Nicolás Doria quería cambiar. Este hecho provocó la persecución, la ruptura obligada con el P. Jerónimo Gracián, la cárcel, la in-habilitación como priora y finalmente el destierro de María de San José al convento de Cuerva donde al poco de llegar murió el 19 de octubre de 1603.[8]

Escritos

  • Libro de recreaciones (1585).[1] Manuscrito, siglo XVII, Biblioteca Nacional de España, Mss/3508. Hay ed. moderna con prólogo y notas de Silverio de Santa Teresa, Burgos, s. n., 1913.
  • Ramillete de mirra (1595); hay ed. moderna, Burgos, s. n., 1913..
  • Instrucción de novicias (1602).
  • Avisos y máximas para el gobierno de las religiosas. Burgos: [s.n.], 1913.
  • Fundación del convento de Carmelitas Descalzas en Sevilla y persecuciones que padecieron hasta la época de la muerte de Santa Teresa. Ms., En la Biblioteca Nacional de Madrid, n.º 2176, 84 hs.
  • "Fundación del convento de Carmelitas Descalzas en Sevilla y persecuciones que padecieron hasta la época de la muerte de Santa Teresa". En: Vicente de la Fuente Escritos de Santa Teresa. En Biblioteca de Autores Españoles. Madrid: Rivadeneyra, 1877, vol. LIII, pp. 556-561, y vol. LV, pp. 442-444.
  • Poesías. Edición de Vicente de la Fuente. En Biblioteca de Autores Españoles. Madrid: Rivadeneyra, 1879, vol. LVII, pp. 444-449.
  • Poesías. Burgos: [s.n.], 1913.

Véase sus escritos publicados en nota.[9]

Véase también

Referencias

  1.  D. de Pablo Maroto, "María de San José (Salazar), heredera del espíritu de Santa Teresa y escritora de espiritualidad", Revista de Espiritualidad 63 (2004) 213-250, pp. 214-215.
  2.  Sonja Herpoel (1999). Rodopi, ed. A la zaga de Santa Teresa: autobiografías por mandato. Consultado el 21 de agosto de 2013.
  3.  «María de San José»Centro de Documentación Gonzlo Díaz y M.ª Dolores Abad. Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Español. Universidad Complutense de Madrid.
  4.  P. Simeón de la Sagrada Familia. Carmelitas de Andalucía, ed. «Madre María de San José». Archivado desde el original el 11 de junio de 2013. Consultado el 21 de agosto de 2013.
  5.  María Pilar Mañero Sorolla. Universidad de Barcelona, ed. La Biblia en el Carmelo femenino: la obra de María de San José (Salazar). Consultado el 21 de agosto de 2013.
  6.  María del Pilar Manero Sorolla (2006). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, ed. Exilios y destierros en la vida y en la obra de María de Salazar. Alicante. Consultado el 22 de agosto de 2013.
  7.  D. de Pablo Maroto, "María de San José (Salazar), heredera del espíritu de Santa Teresa y escritora de espiritualidad", Revista de Espiritualidad 63 (2004) 213-250, p. 216
  8.  D. de Pablo Maroto, "María de San José (Salazar), heredera del espíritu de Santa Teresa y escritora de espiritualidad", Revista de Espiritualidad 63 (2004) 213-250, pp. 216-217
  9.  Simeón de la Sagrada Familia (ed.), "Escritos espirituales", Roma 1979.

Bibliografía


Para enviar gracias o recibir información sobre su vida o canonización acudir a las Carmelitas descalzas de Sevilla:

MM Carmelitas Descalzas
Convento de San José del Carmen
Plaza de las Teresas, 5- 7
C.P. 41004 Sevilla







https://delaruecaalapluma.com/tag/maria-de-san-jose/

https://carmelitasescritoras.es/escritorascarmelitas/maria-de-san-jose-salazar

 https://es.paperblog.com/maria-de-san-jose-primeros-pasos-para-su-beatificacion-7444329/

domingo, 6 de noviembre de 2022

Beata Mª Sagrario de san Luis Gonzaga


Beata María del Sagrario de San Luis Gonzaga Moragas Cantarero. Lillo (Toledo), 8.I.1881 – Madrid, 15.VIII.1936. Farmacéutica, carmelita descalza (OCD), beata.

Elvira, que éste era su nombre de pila, era hija del farmacéutico del pueblo de Lillo, pero cuando ella contaba cinco años, la familia emigró a Madrid, donde el padre siguió ejerciendo su profesión. Su hermana mayor, Sagrario, murió en 1890 cuando contaba once años de edad. Elvira estudió en las mercedarias de San Fernando y en el Instituto Cardenal Cisneros, matriculándose al acabar el bachillerato en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central. Era entonces la única mujer estudiante de toda la Facultad. Realizado el curso preparatorio para el ingreso en la Facultad, ingresó en la misma el 17 de octubre de 1900, acabando sus estudios en 1905 y siendo una de las primeras mujeres españolas en obtener tal título. Colaboró con su padre en la farmacia y, a la muerte de éste en 1909, quedó como única responsable. Cuando su hermano Ricardo terminó a su vez los estudios farmacéuticos, Elvira le traspasó el negocio y entró en el monasterio de carmelitas descalzas de Santa Ana y San José de Madrid en junio de 1915. Tomó el hábito en diciembre del mismo año, cambiando entonces su nombre por el de María del Sagrario de San Luis Gonzaga, y profesó temporalmente el 25 de diciembre de 1916, emitiendo su profesión solemne el 6 de enero de 1920.


convento de Conde de Peñalver

La beata  junto a su comunidad rodeada con un círculo rojo

Desde el monasterio no dejó de ayudar a su hermano Ricardo en el reparto gratuito de medicinas a los pobres; fue elegida priora del trienio 1927-1930, cargo para el que de nuevo fue designada por la comunidad el día 1 de julio de 1936. El día 18, conocida en Madrid la noticia de la rebelión militar en Marruecos, el convento fue apedreado, pero sin más consecuencias.


En cambio, el día 20 de julio fue asaltado y saqueado, viéndose la comunidad obligada a abandonarlo. Las monjas se refugiaron entonces en casas de familiares y amigos. La priora se negó a escapar de Madrid, como le aconsejaba su hermano, que tenía casa en Pinto (Madrid), pues quería estar junto a sus monjas y auxiliarlas en cuanto pudiera. Pero el 14 de agosto fue detenida y llevada a la checa de Marqués de Riscal; allí fue interrogada para que diera los nombres de quienes guardaban los títulos de propiedad y la orfebrería del convento.

Como se negara a delatar a nadie, fue llevada en la madrugada del día siguiente a la pradera de San Isidro y fusilada por milicianos.

Su proceso de beatificación comenzó en 1962, siendo proclamada beata por el papa Juan Pablo II en Roma el 10 de mayo de 1998. El 29 de enero de 2000 fue nombrada Patrona de los Farmacéuticos en Polonia por la asociación de Farmacéuticos Católicos de Poznan (Polonia).

 


Bibl.: Diócesis Madrid-Alcalá, Diócesis de Madrid: articulado para el proceso de beatificación de la Rvda. Madre María Sagrario de San Luis Gonzaga, Ávila, Viuda de Sigirano Díaz, 1962; Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972; T. Álvarez y F. Domingo, María Sagrario: de la farmacia al cielo, Burgos, Monte Carmelo, 1988; J. V. Rodríguez, De la farmacia al Carmelo, de la checa al cielo: vida de la M. Sagrario de S. Luis Gonzaga, Madrid, Editorial de Espiritualidad, 1998; J. C. Areses Gándara, La vida de la beata María Sagrario, farmacéutica, carmelita y mártir, Madrid, Asociación Española de Farmacéuticos Católicos, 2008; J. Gómez Díaz, “Beata María Sagrario de San Luis Gonzaga (Elvira Moragas Cantarero), toledana, farmacéutica, carmelita y mártir”, en Creer y entender: Homenaje a Ramón Gonzálvez Ruiz, vol. I, Toledo, Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 2014, págs. 543-551.

https://www.archimadrid.org/index.php/oficina/madrid/9031926-el-monasterio-santa-ana-y-san-jose-acoge-una-solemne-eucaristia-en-honor-a-la-beata-maria-sagrario-de-san-luis-gonzaga 

Miguel C. Vivancos Gómez, OSB

https://dbe.rah.es/biografias/22652/beata-maria-del-sagrario-de-san-luis-gonzaga

https://realacademiatoledo.es/wp-content/uploads/2019/03/32.-Beata-Mar%C3%ADa-Sagrario-de-San-Luis-Gonzaga-Elvira-Moragas-Cantarero-toledana-farmac%C3%A9utica-carmelita-y-m%C3%A1rtir-por-Juan-G%C3%B3mez-D%C3%ADaz.pdf

http://cristosacerdote.es/historia-del-monasterio-carmelita-de-nuestro-barrio/

MM Carmelitas descalzas

Monasterio de san José y santa Ana

C/ General Aranaz 58

C.P. 28027 Madrid 


lunes, 31 de octubre de 2022

Beatas Salesas Mártires de Madrid

 «Un espíritu que no busca sino a Dios y tiende continuamente a unirse a Él, independiente de todo, excepto del beneplácito divino; un espíritu de profunda humildad para con Dios y de gran dulzura para con el prójimo; un espíritu que no pone el acento en las austeridades exteriores. Las Hermanas deben suplirlas con el renunciamiento interior, y con una gran sencillez y alegría en la vida común».

San Francisco de Sales,
fundador de la Orden de la Visitación. 

Dado el cariz que tomaban los acontecimientos al estallar la Guerra Civil, las Salesas del Primer Monasterio de la Visitación de Madrid alquilaron un piso semisótano en la cercana calle de Manuel González Longoria, por si las cosas empeoraban, como en efecto sucedió. A este piso refugio tuvieron que trasladarse las siete Salesas que quedaban de la Comunidad el 18 de julio de 1936. Tras unas semanas de relativa tranquilidad, fueron denunciadas por ser Religiosas. Sufrieron varios registros que culminaron con su detención el 18 de noviembre para llevarlas a fusilar. Ellas, al subir al coche hicieron serenamente la señal de la cruz ante el griterío del populacho que pedía su muerte. Las llevaron a un descampado en el cruce de las calles de López de Hoyos y Velázquez, y allí, al bajar del coche las mataron.

La Hna. María Cecilia, la más joven, de 26 años, de temperamento nervioso, al sentir que caía muerta la Hermana que tenía cogida de la mano echó a correr sin que nadie la persiguiera. Poco después ella misma se entregó a unos milicianos declarando que era Religiosa. Fue fusilada en las tapias del cementerio de Vallecas, a las afueras de Madrid, en la madrugada del 23 de noviembre de ese año de 1936. El resto de la Comunidad, refugiada en Oronoz, no supo nada del martirio hasta varios meses después, y las primeras noticias eran muy confusas. Nada pudo aclararse hasta que regresaron a Madrid al terminar la Guerra en 1939. A la cripta del Monasterio, profanada durante la Guerra, se trasladaron en 1940 los restos martiriales de cuatro de las Hermanas que habían dado su vida por Cristo y por España. Los restos de las otras tres reposan en el Valle de los Caídos.







Fachada e interior de la Iglesia conventual del Primer monasterio de la Visitación de Madrid.

El testimonio de la Hna. María Cecilia:

La Hna. María Cecilia (Mª Felicitas Cendoya Araquistain, Azpeitia, 1910) tuvo en los preludios de la Guerra la oportunidad de ir con su familia, pero por amor a Jesús y a su vocación nunca aceptó las propuestas y siempre dijo con tesón que no quería marcharse por nada del mundo. Había hecho los votos solemnes el 27 de septiembre de 1935, y desde el 18 de julio de 1936 vive en el refugio los difíciles meses de calvario, aceptando con generosidad todo lo que pueda suceder.

Hacia las 7 de la tarde del inolvidable 18 de noviem­bre es conducida a la muerte junto con sus Hermanas. Un frenazo rápido del camión que las lleva les indica el lugar designado para su ejecución. Suenan disparos y bárbaramente son fusiladas todas menos ella. Porque María Cecilia, nerviosa, echa a correr. Pronto se encuentra con unos guardias y se entrega diciendo: «Soy Religiosa». Al día siguiente por la mañana la llevan a una de las peores cárceles improvisadas, las desgraciadamente famosas checas. En ella están detenidas unas doce mujeres. El suelo está lleno de agua, sólo hay un banco para todas... Hace mucho frío.

Cuando entra la Hna. María Cecilia se queda en un rincón. Entonces una joven se le acerca y le pregunta con cariño. Ella le contesta rápidamente: «Soy Religiosa». Como le inspira confianza le cuenta todo lo sucedido: "Estábamos siete Religiosas en un piso aquí en Madrid, somos Salesas, vinieron a por nosotras, nos metieron en un coche y nos llevaron a un sitio oscuro donde había barrotes, era como un solar, pero no sé dónde es porque no conozco Madrid. Yo me bajé del coche de la mano de otra Hermana, éramos las dos últimas, y al notar que se caía muerta, no sé lo que me pasó, eché a correr y no sabía lo que hacía".

A sus compañeras de calabozo las alienta a sufrir por Dios, las edifica a todas con su paciencia y unión a la Voluntad Divina, siempre la ven rezan­do, siempre en oración... Poco a poco van llamando a las detenidas a declarar. A unas las dejan en libertad, a otras las fusilan. La Hna. María Cecilia se va despidiendo de ellas con tristeza. Teme quedarse sola. Les asegura que cuando le llegue su turno no ocultará que es Religiosa. Y es consciente de lo que esa afirmación supone en esos precisos momentos. En efecto, una marca roja aparece junto a su firma en la declaración que hace en la cárcel. Es la señal de los condenados a muerte. A las afueras de Madrid, en las tapias del cementerio de Vallecas, la madrugada del 23 de noviembre, aparece su cadáver. La Hna. María Cecilia ha derramado toda su sangre por amor a Cristo. Su fidelidad a toda prueba, le hace alcanzar a sus 26 años el martirio que tanto anhelaba.


Cruz de la Hna. María Cecilia deformada por el impacto de la bala

«El esplendor de los Hijas de la Visitación es no tenerle y su grandeza la pequeñez».

Los nombres de las beatificadas el 10 de mayo de 1998 son:
  • Beata María Cecilia (Mª Felicitas Cendoya Araquistain)
  • Beata María Inés (Inés Zudaire Galdeano)
  • Beata María Engracia (Josefa Joaquina Lecuona Aramburu)
  • Beata María Ángela (Martina Olaizola Garagarza)
  • Beata María Teresa (Laura Cavestany Anduaga)
  • Beata Josefa María (Carmen Barrera Izaguirre)
  • Beata María Gabriela (Amparo Hinojosa Naveros)
Primer Monasterio de la Visitación de Santa María
C/ Santa Engracia, 20
28010 Madrid
ESPAÑA
Tel. 91 448 78 22